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Muchos turistas extranjeros viajan a Pamplona en julio desde hace décadas, animados por una novela del recordado Ernest Hemmingway para participar en el encierro. Agencias turísticas tienen la oferta «Corre por tu vida», en la que combinan el viaje a las playas de Barcelona y a los sanfermines de Pamplona. En este caso, los turistas-corredores pueden incluso pedir el traje tradicional para correr los encierros, de blanco y rojo, por 30 euros.

Hoy en día, la moda española es muy moderna, pero la ropa tradicional todavía se usa para algunos eventos especiales. Las piezas más comunes, que todavía se utilizan, son: la mantilla, el chaleco y la peineta, que es un gran peine decorativo colocado en el cabello para sujetar la mantilla. Además, cada región de España tiene su propia ropa y vestidos tradicionales. No se usan a menudo, pero con frecuencia se los puede observar durante las fiestas populares y las procesiones.

Los zapatos son una parte esencial del flamenco, no sólo para el baile sino también para el traje y la música flamenca. Se pueden adquirir en todos los sitios, pero los profesionales los encargan a los fabricantes que los producen a mano. Para que no se reseque la piel del zapato, hay que guardarlos en lugares frescos y con una temperatura de unos 18 grados. Después de usarlos, hay que dejarlos al menos 15 minutos y guardarlos en una bolsa de plástico.

Los trajes tradicionales españoles están fuertemente influenciados por la cultura árabe que dominó algunas zonas de la Península Ibérica desde el año 711 hasta 1492. La cultura árabe popularizó los ricos bordados, el uso de joyas (a menudo utilizadas como botones) y perfumes, así como pesados cinturones y collares. El color negro se hizo popular para eventos especiales y tanto hombres como mujeres llevaban pesados collares de oro con piedras preciosas.

Antes el torero no era considerado como una profesión y los lidiadores vestían con su ropa habitual. El toreo a caballo (el de a pie todavía no era relevante) se entendía más como un deporte que un espectáculo. Los primeros trajes de a pie datan del siglo XVII cuando los toreros junto con sus cuadrillas acudían a las fiestas con ropa específica para la actuación, que se ha mantenido sin cambios, se conoce como «traje de luces» y se distingue por hilos de oro y plata y bordados.

La castañuela española es la única que ha ido evolucionando a través del tiempo, a diferencia de los demás países, donde permanece en su forma de origen, que se remonta a los fenicios, hace aproximadamente 3.000 años, donde estaba destinada a los dioses de la fiesta. La forma se debe a que las primeras estuvieron hechas por dos conchas. Ha ido cambiando, adaptándose a las necesidades del bailarín, hasta adquirir la forma ideal para la buena ejecución de los ritmos.

La palabra francesa gilet viene de la palabra española jileco o chaleco en español moderno. Se trata de una chaqueta sin mangas que cubre el torso y forma una parte importante de la ropa tradicional masculina. Históricamente los chalecos estaban bordados y estaban hechos de cuero. Hoy en día los chalecos se utilizan para abrigarse ligeramente al aire libre. En la primera edición de El Quijote, en 1605, aparece un diminutivo de la palabra: gilecuelo.